
La Apuesta Fiscal de Estados Unidos: Los Riesgos del Endeudamiento Descontrolado
El costo real de los recortes fiscales
Las recientes decisiones del gobierno estadounidense evidencian una realidad económica incómoda: no existen comidas gratis. Incluso para Estados Unidos, que goza de privilegios fiscales extraordinarios, el endeudamiento desmedido tarde o temprano tiene consecuencias.
La más reciente propuesta de recortes fiscales impulsada por el presidente Donald Trump, recientemente aprobada por escaso margen en la Cámara de Representantes, refleja una preocupante indiferencia por la disciplina fiscal. Esta ley busca extender permanentemente los recortes temporales promulgados en su primer mandato y añade nuevos recortes políticamente atractivos en las propinas y horas extras. A pesar de las promesas políticas de prudencia fiscal, estas medidas podrían elevar el déficit a niveles insostenibles.
¿Por qué EE.UU. puede endeudarse más que otros?
Es cierto que Estados Unidos tiene una capacidad fiscal única, fundamentalmente porque es el único país que puede imprimir dólares, la divisa de reserva global. A diferencia de economías emergentes, Estados Unidos no enfrenta riesgos inmediatos en moneda extranjera ni depende significativamente de deuda externa en otras divisas. Esta autonomía monetaria le permite un margen considerable para maniobrar sin desencadenar una crisis económica inmediata.
Pero ese margen tiene límites
Sin embargo, este poder conlleva fuertes restricciones a largo plazo. Un endeudamiento persistente y la constante expansión monetaria pueden erosionar la confianza en el dólar. Esta erosión, de no corregirse, podría generar presiones inflacionarias que socaven la estabilidad misma que hace del dólar la principal divisa de reserva mundial. De hecho, los mercados de bonos ya han comenzado a expresar incomodidad: el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 30 años alcanzó recientemente el 5.1%, niveles no vistos desde 2007. La reciente degradación de Moody ’s, que retiró la última calificación AAA a Estados Unidos, refuerza estas preocupaciones.
Actualmente, el gobierno federal gasta cerca de un billón de dólares anuales únicamente en intereses de deuda, casi lo mismo que invierte en programas de salud para adultos mayores. Con una deuda federal neta que ya supera el 100% del PIB, un aumento considerable frente a hace apenas dos décadas, la política fiscal estadounidense corre el riesgo de volverse insostenible. Las previsiones oficiales ya anticipan que los pagos de intereses alcanzarán máximos históricos respecto al PIB.
¿Pueden los aranceles y el crecimiento cubrir el déficit?
Los legisladores republicanos sugieren que los ingresos por tarifas arancelarias y el crecimiento económico cubrirán este creciente déficit fiscal. Las tarifas podrían brindar cierto alivio temporal, generando entre 1.4 y 2.9 billones de dólares durante la próxima década. No obstante, estas optimistas estimaciones dependen fuertemente de tarifas recíprocas que actualmente están suspendidas por negociaciones internacionales. Además, la dependencia de los aranceles introduce ineficiencias económicas, incrementando costos para empresas y consumidores, lo cual perjudica el crecimiento a largo plazo.
Por otro lado, la apuesta republicana por una expansión económica también merece escepticismo. El nuevo paquete fiscal, a diferencia de reformas anteriores, ofrece pocos incentivos genuinos para la inversión productiva o la acumulación de capital. De hecho, la expansión de deducciones sobre impuestos estatales y locales que contempla esta ley funciona, en esencia, como un subsidio a niveles inferiores de gobierno, complicando más los incentivos económicos. Al combinarse con aranceles agresivos, el efecto neto sobre el crecimiento podría resultar negativo.
Además, el contexto económico actual difiere considerablemente del de 2017, cuando los recortes fiscales previos pudieron haber proporcionado un estímulo oportuno debido al espacio disponible en la economía. Hoy, con un mercado laboral más ajustado y tasas de interés elevadas, el incremento en gasto deficitario probablemente desplazará inversión privada, restringiendo aún más la expansión económica sostenible.
Los inversionistas mexicanos, dada la profunda integración con los mercados financieros estadounidenses, deben mantener un alto grado de alerta. Aunque la fortaleza financiera y la predominancia económica global de Estados Unidos son indudables (representando aproximadamente el 25% del PIB mundial), una imprudencia fiscal sostenida podría erosionar rápidamente esta posición privilegiada. La economía global, incluido México, permanece altamente expuesta a las decisiones monetarias y fiscales de Estados Unidos. Una interrupción repentina en los mercados del Tesoro estadounidense o una rápida alza en sus tasas de interés tendría repercusiones directas sobre las valuaciones de activos y los flujos de inversión.
Conclusión: Imprimir dinero no es inmunidad
Los inversionistas deben actuar con prudencia. La historia financiera demuestra consistentemente que los gobiernos que se apoyan en un endeudamiento perpetuo eventualmente se encuentran con la dura disciplina de los mercados de deuda. La capacidad de Estados Unidos de imprimir dólares le otorga un margen considerable, pero no inmunidad frente a las realidades económicas fundamentales.
En tiempos de incertidumbre fiscal elevada, la diversificación deja de ser simplemente recomendable y pasa a ser indispensable. Al diversificar a través de clases de activos, regiones geográficas y divisas, los inversionistas pueden mitigar riesgos asociados a la volatilidad derivada de las políticas públicas. Asimismo, recurrir al asesoramiento de un profesional financiero resulta crucial para navegar con éxito por la complejidad del actual entorno financiero global, asegurando que las estrategias de inversión se mantengan sólidas aun frente a turbulencias económicas potenciales.
Estados Unidos quizá esté poniendo a prueba los límites de su estatus económico privilegiado, pero los inversionistas astutos deben estar preparados—y bien asesorados—para responder adecuadamente a las consecuencias de esta arriesgada apuesta fiscal.
- “The Senate should vote down Donald Trump’s reckless tax cuts.”The Economist, 20 de mayo de 2025. Disponible en: https://www.economist.com/leaders/2025/05/20/congress-should-vote-down-donald-trumps-reckless-tax-cuts
- Congressional Budget Office (CBO), Reportes económicos y fiscales, 2025.
- Moody ’s Investors Service, Calificaciones crediticias, 2025.
- Banco Mundial, Datos económicos y PIB, 2025.