Del blockchain al poder: cómo la política capturó a las criptomonedas

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Existe una máxima atemporal según la cual las finanzas y la política no deberían mezclarse demasiado. Sin embargo, acontecimientos recientes en Estados Unidos son un claro recordatorio de lo que ocurre cuando activos especulativos e intereses políticos se entrelazan peligrosamente, especialmente en el ámbito de las criptomonedas.

Las criptomonedas, celebradas inicialmente como una promesa descentralizada para liberar a las personas del control de intermediarios financieros tradicionales, han terminado irónicamente incrustadas en la élite política estadounidense. Lanzadas originalmente con intenciones nobles –democratizar las finanzas, proteger el patrimonio frente a políticas inflacionarias y blindar a los ciudadanos contra expropiaciones gubernamentales– las criptomonedas ahora ejemplifican precisamente el tipo de concentración política e influencia que sus primeros defensores pretendían eliminar.

Recientemente, The Economist destacó cómo las criptomonedas se han convertido en el activo por excelencia del pantano político, asociadas claramente con el tráfico de influencias en Washington. Durante los últimos seis meses, importantes funcionarios del gobierno de Estados Unidos, incluyendo miembros del gabinete presidencial, han acumulado grandes posiciones en activos digitales. De manera notable, la familia Trump ha aprovechado activamente su prominencia política para promover sus propias inversiones en criptoactivos a nivel global. Esta estrecha alianza entre acumulación personal de riqueza y el ejercicio del poder político genera riesgos considerables para los inversionistas, particularmente dada la volatilidad y opacidad del mercado de criptomonedas.

Valor real vs narrativa política

En una verdadera economía de libre mercado, el capital debería fluir hacia activos que ofrecen valor intrínseco o utilidad demostrable, ya sea en empresas productivas, bienes raíces o materias primas. Sin embargo, los tokens digitales frecuentemente representan instrumentos especulativos desconectados de una actividad económica fundamental. Aunque la tecnología blockchain subyacente tiene un potencial indudable –visible en la tokenización de bonos del Tesoro estadounidense y en las monedas estables adoptadas por instituciones como Mastercard y Stripe– la mayoría de los activos digitales actuales permanecen como instrumentos especulativos vulnerables a la volatilidad extrema y la manipulación.

A nivel global, algunas jurisdicciones como Japón, Singapur, Suiza y la Unión Europea han desarrollado marcos regulatorios más claros, fomentando innovaciones legítimas sin caer en graves conflictos de interés. En algunos mercados emergentes, las criptomonedas conservan incluso cierta utilidad práctica, ofreciendo protección ante altas tasas de inflación y expropiaciones arbitrarias. Pero en Estados Unidos, la creciente mezcla del cripto con la política partidista y la incertidumbre regulatoria amenaza la confianza de los inversionistas y la estabilidad del mercado a largo plazo.

Como inversionistas prudentes, particularmente dentro del panorama financiero mexicano, la cautela debe prevalecer. El principio fundamental de una buena inversión consiste en la asignación de capital hacia activos productivos cuyo valor puede estimarse razonablemente mediante un análisis riguroso. Incluir criptoactivos políticamente influenciados en los portafolios de inversión amenaza con socavar este principio, exponiendo a los inversionistas a riesgos impredecibles ligados más a resultados electorales que al desempeño económico subyacente.

Aunque México no es inmune al entusiasmo especulativo, tiene la ventaja de observar y aprender de estas experiencias internacionales. Dada la histórica volatilidad de las criptomonedas y su reciente enredo político, los inversionistas mexicanos deberían aproximarse a los activos digitales con una dosis elevada de escepticismo. Las decisiones de inversión deben basarse en un razonamiento económico riguroso más que en el entusiasmo especulativo o la alineación política.

Las monedas estables, tokens digitales vinculados a activos tradicionales, muestran un camino constructivo hacia adelante para la adopción de criptoactivos. Empresas financieras que adoptan monedas estables, como Mastercard y Stripe, demuestran rutas legítimas donde la tecnología blockchain puede aumentar la eficiencia económica sin caer en mera especulación. Ahí radica el verdadero potencial de las criptomonedas, claramente diferenciado de los tokens especulativos sin valor intrínseco real o tokens meme políticamente manipulados.

Las recientes quiebras bancarias en EE.UU. en 2023, como Silvergate, Signature y Silicon Valley Bank, que tenían fuerte exposición a depósitos vinculados al mercado cripto, resaltan los riesgos tangibles asociados con la volatilidad de estos activos. Para mitigar riesgos sistémicos, es indispensable un marco regulatorio sólido, comparable al que gobierna las instituciones bancarias convencionales, especialmente para las monedas estables. Se requiere legislación clara y objetiva, más allá de las disputas partidistas, para una adecuada integración del mercado cripto en el sistema financiero tradicional.

En conclusión, los inversionistas prudentes deben exigir claridad, transparencia y racionalidad económica al evaluar activos digitales. El descenso de las criptomonedas hacia el pantano político estadounidense ofrece una advertencia oportuna: la disciplina de inversión basada en el valor económico fundamental, el análisis riguroso y la diversificación prudente sigue siendo la vía más segura para preservar y aumentar el patrimonio.

Aunque las innovaciones tecnológicas en blockchain justifican cierto optimismo, los excesos especulativos impulsados por influencias políticas exigen escepticismo. Para los inversionistas mexicanos que buscan navegar este entorno cada vez más complejo, la diversificación es clave. Distribuir inversiones en diversas clases de activos, sectores y geografías puede protegerlos frente a la volatilidad y desarrollos políticos inesperados. Además, contar con el acompañamiento de un asesor financiero profesional puede ofrecer una guía indispensable para mantener un enfoque disciplinado basado en principios económicos sólidos, evitando modas pasajeras e influencias partidistas.

En última instancia, la inversión prudente depende de principios atemporales, no de corrientes políticas efímeras; principios que son fundamentales para garantizar la estabilidad financiera a largo plazo.

  • “Crypto has become the ultimate swamp asset,”The Economist, 15 de mayo de 2025. Enlace
  • Comunicado de Mastercard sobre integración de monedas estables, mayo 2025.
  • Iniciativa global de monedas estables de Stripe, mayo 2025.
  • “Banks’ Collapse Highlights Crypto Risks,”Financial Times, marzo 2023.
  • Nakamoto, Satoshi. “Bitcoin: A Peer-to-Peer Electronic Cash System,”2008.
  • Bernstein, William J. “The Investor’s Manifesto: Preparing for Prosperity, Armageddon, and Everything in Between,”2009.

Autor

Julio Cacho

Autor

Julio Cacho

Miembro de la Facultad de Economía en Rice University, especialista en inversiones cuantitativas y gestión de riesgos con más de 20 años de experiencia. Ha publicado diversos artículos en revistas académicas. Actuario y Economista (ITAM) con Doctorado en Economía y Finanzas por Princeton University.